Por Delfi_r el viernes, 20 de Abril de 2007, 01:44 – Slot y Sport Auto – Enlace permanente
La historia es compleja pero hay genes que pugnan por expresarse en donde mejor lo hacen. Y los de Ettore Bugatti se resisten a alejarse de las pistas de carreras.
La semana pasada se publicó la siguiente nota de prensa:
Formule 1 : Messier-Bugatti equipa los monoplazas que ganan el Gran Premio de Malasia
Messier-Bugatti equipaba los dos McLaren victoriosos en Sepang en el Grand Prix de Formula 1 de Malasia. Los discos y placas de carbono Messier-Bugati han soportado perfectamente las condiciones de una carrera especialmente dura para los frenos, con 3 grandes frenadas a más de 300 km/h durante 56 vueltas y a temperaturas de pista de más de 50°C en esa región de clima ecuatorial.
Messier-Bugatti equipa condiscs de carbono parecidos los Airbus A320 de de Air Asia, basada en Kuala Lumpur, o aún de la compañía SilkAir basada en Singapur, que ha establecido el récord de resistencia de un tren de aterrizaje en un avión con más de 3300 LPO (Landings Per Overhaul) en el conjunto de la flota A319/A320.
Asegurar el frenado con toda seguridad en condicones extremas, garantizando la resistencia al mejor coste, Así es la performance cotidiana de los frenos de carbono Messier-Bugatti.
© JF Galeron
La historia es aún más complicada, porque el nombre de Bugatti no es el único relacionado con la gran historia del automovilismo que aparece aquí.
Después de la Segunda Guerra Mundial la herencia Bugatti continúa y la sociedad retoma progresivamente sus diversas actividades. Entre otras cosas empieza, con un contrato de suministro de Hispano-Suiza, a producir importantes equipos aeronáuticos. En 1963, Hispano-Suiza adquiere la sociedad a la familia Bugatti y le confía la fabricación de componentes de los primeros aviones civiles franceses y europeos, Caravelle y Concorde. Molsheim afirma desde entonces su vocación aeronáutica: Hispano-Suiza y Messier, dos sociedades hasta entonces competidoras se reunen. En la época de las primeras reorganizaciones industriales, Hispano- Suiza se convierte en una división de Snecma y Bugatti una filial.
Más tarde la industria de los trenes de aterrizaje y la de las ruedas y frenos hidráulicos se reagrupan en una sociedad conjunta: Messier-Bugatti.
Los primeros Bugatti se enfrentaban en las pistas de los años de entre-guerras a Mercedes-Benz y luego a los poderosos Auto-Union. Ahora la sociedad heredera de Bugatti construye frenos para los McLaren-Mercedes de F1 y Audi, la heredera de Auto-Union, fabrica los coches Bugatti, los más potentes y rápidos que se fabrican sin dejar de ser elegantes y dignos del nombre que llevan. Esos coches merecen otra entrada ahora que Auto-Art les ha dedicado su atención. Lástima que en toda esta historia otro nombre mítico, Hispano-Suiza, solo tenga un papel lateral, y tengamos que sacarlo a relucir con todo su esplendor otro momento.