Por Àlex Vergès el jueves, 26 de Mayo de 2011, 20:53 – Hombres y Mujeres – Enlace permanente
La memorable proeza de Zacarías Mateos
Cualquier manual motociclista nos recuerda la importancia de una buena postura encima de la moto para conseguir una conducción cómoda y segura. Todos ellos advierten también de la especial atención en la forma de asir el manillar, órgano fundamental para tener una perfecta gobernabilidad del vehículo. Sin embargo, en 1922, el piloto madrileño Zacarías Mateos se encargó de demostrar que en ciertas ocasiones, es posible desmentir algún planteamiento teórico previamente establecido.
El Real Moto Club de Cataluña había vuelto a programar el 1 de noviembre de 1922, en Tarragona, su II Campeonato de motocicletas tras haber tenido que desistir el 9 de julio, fecha programada inicialmente, al no poder dejar en condiciones el circuito de l’Ametlla.
Trazado del Circuito Tarragona Vallmoll Secuita para el Trofeo Armangué (1922)
Aprovechando las instalaciones montadas para la disputa del Trofeo Armangué para autociclos, que se había disputado el domingo anterior, el RMCC dispuso del mismo circuito de 30,300 Km. que ya había sido utilizado en 1921, en la primera edición de su Campeonato. Sin embargo, además de una pequeña variante a su paso por la ciudad de Tarragona, al circuito se le cambió el sentido del giro, haciéndolo este año en el sentido de las agujas del reloj.
El Campeonato se disputaba en 5 categoría distintas y estaba reservado a los socios del Moto Club.
El RMCC recibió un total de 32 inscripciones, destacando entre ellas la numerosa representación madrileña y vasca, cosa bastante natural pues todos ellos eran socios de la veterana entidad catalana que en aquel tiempo era, con mucha diferencia, el Moto Club más importante de España.
La carrera fue un éxito organizativo y fueron muchos los pilotos que declararon haber disputado la mejor carrera que hasta entonces se había organizado en España.
Reglamento de la prueba con los cambios manuscritos del trazado introducidos a ultima hora
La categoría más importante y también la más rápida era la de las motocicletas hasta 1.000 c.c.. La salida, inicialmente programada a las 9 de la mañana, fue adelantada a las 8, con objeto de que la carrera terminara antes del mediodía, pues hay que recordar que el 1 de noviembre es el Día de Difuntos y un tramo del circuito recorría el perímetro del cementerio de Tarragona, siendo muchos los fieles tarraconenses que querían depositar flores en las tumbas.
Notas:
- José Claramonte (nº 2) forfait, falleció el 23 de octubre, 8 días antes de la carrera
- Mariano Bigorra (nº 9) forfait, rotura de cárter en los entrenamientos
- José Claramonte Gómez, de Castellón y sin ninguna relación anterior con el motociclismo, resultó ser un sindicalista anarquista que preparaba un atentado contra el Gobernador Civil de Barcelona Severiano Martínez Anido. Descubierto el complot, la policía preparó una emboscada y abatió a Claramonte en Barcelona. Su inscripción en este Campeonato hace suponer que una de las opciones del “piloto” era atentar contra Martínez Anido durante la celebración de la carrera, ya que el Gobernador Civil estaba invitado a la misma.
Salida de la Categoría <1000 cc
A las 8 en punto se dio la salida a Eduardo Landa y sucesivamente con intervalos de 30 segundos a cada uno de los 29 pilotos presentes. De entre los 8 pilotos salidos en la categoría de los 1.000 c.c. partían como favoritos Zacarías Mateos e Ignacio Macaya,“defenders” de Harley Davidson e Indian respectivamente.
Sin embargo, el madrileño no dio opción a nadie. En el transcurso de la primera vuelta sufrió una pequeña caída que dejó doblado el lado izquierdo del manillar, aún así marcó la vuelta rápida que también lo sería de la carrera. Había relegado al segundo clasificado, Juan Martell, a 1 minuto y 41 segundos a pesar de la caída.
Al término de la segunda vuelta eran ya 3 minutos y 8 segundos sobre Víctor Landa. A pesar de la ventaja acumulada, la tercera vuelta iba a ser definitiva en esta historia. A la vista ya de Tarragona, Zacarías Mateos sufrió otra aparatosa caída sin consecuencias físicas para el piloto pero que causó graves desperfectos a la Harley Davidson. El manillar había acabado de partirse y su lado izquierdo colgaba sin desprenderse sostenido por el cable de embrague. Mateos levantó la moto y se dirigió a los boxes. Tras unos instantes de titubeo en los que estuvo tentado de abandonar la carrera, acabó repostando la moto y salió disparado. Al término de esta tercera vuelta, los cronometradores indicaban que Mateos contaba con una ventaja de 4 minutos y 21 segundos sobre Víctor Landa, 4’58 sobre Eduardo Landa, 4’59 sobre Fuentes y 5’33 sobre Uribesalgo, los catalanes Martell, Texidor y Macaya, aquejados por varios contratiempos parecían ya descartados para la victoria.
Quedaban 5 vueltas para terminar la carrera, poco más de 150 kilómetros y es difícil imaginar los terribles esfuerzos que Zacarías Mateos hubo de realizar para mantener el equilibrio con una sola mano. Asiendo de forma normal el semi-manillar derecho, su mano izquierda se apoyaba en la parte superior de la horquilla desde donde estiraba el cable de embrague para efectuar los cambios. Zacarías Mateos adoptaba una postura anti-natural. Todo esto en un circuito en el que en su parte inicial, formada por largas rectas y amplios toboganes, se superaban los 140 km./h. y que luego que se convertía, una vez llegados a Vallmoll, en una interminable sucesión de curvas, que penalizaban a Mateos, hasta la vuelta a Tarragona y cuyo piso no era otro que tierra muy bien apisonada y regada con cloruro potásico para evitar las nubes de polvo.
Manuel Fuentes será el único en recortar distancias. En la cuarta vuelta recupera 16 segundos pero se ve penalizado en la quinta con una parada para repostar. En esa misma vuelta Víctor Landa pierde cerca de 10 minutos en una larga detención en los “stands”, mientras que Eduardo Landa y Uribesalgo se ven incapaces de mantener el ritmo de Mateos que sigue un ritmo frenético con una sola mano.
Al término de la séptima vuelta y conociendo la ventaja que mantiene sobre Fuentes, Zacarías Mateos se detiene en el box para repostar nuevamente. Veinte minutos más tarde suena la sirena en el Campo de Marte de Tarragona anunciando la llegada de un corredor, Mateos traza la curva del Asilo de San José, cruza victorioso la meta y se detiene en el box. La banda militar entona La Marcha Real y Mateos recibe una impresionante ovación por parte del público que ha asistido a una memorable victoria imposible. Fuentes llegará 3 minutos y 28 segundos más tarde, Uribesalgo se clasificará a 12’18 minutos…
Zacarías Mateos, humilde en la victoria, declarará a la prensa:
“El circuito y la organización, tan admirables, que no habíamos disputado nunca una carrera como ésta. En cuanto a mis impresiones de la misma, el accidente sufrido me hizo pensar un momento en el abandono. Yo no podía creer terminase en buen lugar, en las circunstancias en que corría. Pero en el revituallamiento, al darme cuenta de la ventaja que tenía sobre mis contrincantes me decidí a continuar. Seguramente, ésta ha sido una de las carreras que con más interés he disputado, no por el accidente mismo, sino por la dificultad del recorrido y por lo que significa para mí un triunfo en este Campeonato del Moto Club”
Zacarías Mateos, “El hombre bala” como fue apodado por “El Mundo Deportivo” , había ganado aquel año de 1922 la Subida a las Perdices, las XII horas del Guadarrama, la Zaragoza-Huesca y la carrera en el circuito de Orduña en Bilbao, todas ellas importantes pero ninguna tan épica como la carrera de Tarragona, carrera que bien merece estas líneas como sentido homenaje.
Àlex Vergés
Nota: Esta entrada reproduce y amplía el artículo publicado en la revista ‘Motos de Ayer’ #104
Comentarios
1. El jueves, 26 de Mayo de 2011, 21:24 por Toni Bareta
Madre mía Alex, que historia más bonita y bien ilustrada, las fotos son de aupa.
Felicidades,
Toni2. El jueves, 26 de Mayo de 2011, 22:10 por Fran Ortiz
Recordaba tu artículo de Motos de Ayer, y con las nuevas imágenes y la ampliación te vuelves a superar.
Felicidades Àlex.3. El viernes, 27 de Mayo de 2011, 12:20 por Sofia
Molt maco, m’afegeixo als comentaris.4. El viernes, 27 de Mayo de 2011, 20:09 por Abel Pérez
Dos dieces. Uno para Zacarias Mateos por su Tremenda hazaña y el otro para ti Álex, por este excepcional reportaje.
Saludos