A.J. Foyt, el vaquero del circuito, by P.R.I.C.A.

Por JorgeLuis el jueves, 1 de Julio de 2010, 21:36 – Slot y Sport AutoEnlace permanente

Hay un huequecito reservado en mi corazón para el slot y, sobre todo, para los coches clásicos americanos (de competición o de calle, da lo mismo), que siguen despertando en mí la misma pasión infantil que ya sentía cuando veía series como “El inmortal” (un Mustang de 1967 era el coprotagonista), “Cannon” y su Lincoln Continental Mk IV, o la siempre recordada “Starsky y Hutch” y su inefable Ford Torino de 1976.

Regresando a la competición, Norteamérica ha dado al mundo grandísimos pilotos, no todos ellos bien conocidos a este lado del océano Atlántico, donde solo los grandes protagonistas de la Fórmula 1 y los vencedores de ciertas pruebas clásicas de resistencia son retenidos por nuestra débil memoria.

Paradigma de lo expresado es Anthony Joseph Foyt jr., más conocido como A. J. Foyt, que nació en la tejana ciudad de Houston el día 16 de enero de 1935, y es, sin lugar a dudas, uno de los pilotos estadounidenses más relevantes de la historia del automovilismo en aquél país.

Nuestro protagonista fue ganador de las 500 millas de Indianápolis en cuatro ocasiones, en los años 1961, 1964, 1967 y 1977, y el primer piloto en lograr esa marca, empatado en número de victorias en la prueba con Al Unser y Rick Mears. En su dilatada carrera profesional y hasta su retirada en el año 1993, A. J. Foyt ha logrado sesenta y siete victorias y siete campeonatos en la USAC Championship Car, lo que constituye un récord absoluto incluso considerando las restantes máximas categorías estadounidenses de monoplazas (AAA, CART e IndyCar Series).

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(arriba, el momento del triunfo de Foyt en las 500 millas de Indianápolis de 1964; abajo su última participación en dicha prueba, en mayo de 1992)

También ganó siete de las ciento veintiocho carreras que disputó en la NASCAR Cup Series, incluyendo la victoria en las 500 millas de Daytona de 1972, así como obtuvo triunfos en las tres carreras clásicas de resistencia: las 24 horas de Le Mans de 1967, formando tándem con mi admirado Dan Gurney, las 24 horas de Daytona de los años 1983 y 1985, y las 12 horas de Sebring de 1985.

¿Y por qué escribir sobre Foyt, además de por sus incuestionables méritos deportivos?

La razón radica en el hecho de que he encargado una exclusiva decoración del Ford Galaxie de 1965 que pilotó al principio de la temporada de la NASCAR de 1965. Hete aquí que yo tenía una espectacular reproducción made in Revell del citado Ford Galaxie que inauguró victorioso la temporada de las NASCAR Series Cup de 1965, con el inimitable Dan Gurney al volante, en su querido circuito de Riverside, en California, y echaba en falta más decoraciones de este modelo, del que hasta la fecha Revell sólo había producido ésta y la del coche pilotado por Ned Jarret, a la postre el campeón de la NASCAR de aquella temporada. Sí, buscaba una decoración nueva y me topé con ésta, precisamente pilotada por A.J. Foyt:

Me hizo gracia la numeración simulando dos ojos, y quise saber más del bólido en cuestión, descubriendo en YouTube este resumen de la emocionante -y accidentada- carrera de las Motor Trend 500, celebrada en el circuito de Riverside en el mes de enero de 1965. La prueba la ganó Dan Gurney, con la dura competencia de A.J. Foyt durante varias vueltas, que le persiguió muy de cerca hasta hacer un trompo que le apartaría de la cabeza de carrera dejando a Gurney liderar en solitario el resto de la prueba, que para el tejano finalizó dramáticamente varias vueltas después al perder los frenos y sufrir un espeluznante accidente, que le retiraría de la competición durante meses.

Vista la durísima competencia entre ambos pilotos (que se extendería a los monoplazas en las Series Indy, donde también Gurney competía regularmente), no es de extrañar que más de uno pusiera en duda el éxito la fórmula de combinar a Gurney y Foyt para disputar las 24 horas de LeMans en 1967, pilotando el Ford GT Mk IV, aunque ambos demostraron una perfecta coordinación y un ánimo de colaboración que les llevaría a la victoria por delante de los temidos Ferrari:

el archiconocido Ford Mk IV de Gurney/Foyt, ganador de las 24h de LeMans de 1967)

En cuanto al Ford Galaxie en sí mismo considerado, en 1965 participarían en las NASCAR los nuevos Galaxie de 1965, con una carrocería sustancialmente distinta de la del modelo de 1964, dotados del enorme motor V8 de 427ci (unos 7 litros de cubicaje) disponible en la versión de 410 bhp con un solo carburador de cuatro cuerpos. Hay que decir, no obstante, que aquella temporada la competición estuvo un tanto devaluada por la ausencia de la Chrysler Corporation, que boicotearía aquella campaña por la prohibición que los responsables de la NASCAR establecieron del uso de motores con válvulas hemiesféricas, perjudicando así a los motores “Hemi” que tan sobresalientes resultados habían obtenido en la temporada de 1964, con Richard Petty como campeón al volante de un Plymouth. No habría, pues, equipos oficiales por parte de Chrysler, y solo algunos pilotos privados correrían con Dodge y Plymouth poco competitivos, dejando a Ford y Mercury expedito el camino para conseguir el campeonato.

Resta tan solo decir que para la reproducción de este curioso Galaxie localicé en los EE.UU. unas calcas -no del todo exactas, pero razonablemente satisfactorias-, y a través de Ebay USA conseguí a buen precio otro Ford Galaxie de 1965 con la decoración de Gurney y encargué al compañero cartero35 su modificación, con el resultado que podéis ver en su blog, y del que añadiré fotografías a este mismo post una vez lo tenga en casa. Y ahora no queda más que mostrar las imágenes del Galaxie 500 de 1965 pilotado por Foyt en las Motor Trend 500 de Riverside, debido a las excelentes manos de cartero35:

Visto así, desde todos los ángulos, puede comprobarse que las calcas -que no son de nuestro compañero, sino compradas por mí en U.S.A.- tienen algunos errores (unos 00 de dorsal demasiado grandes, un logo de Ford en la aleta trasera demasiado pequeño, algún patrocinador distinto, pero, en general, captan razonablemente bien el «aire» del bólido, cuyos colores ha sabido lograr cartero a la perfección. En fin, un nuevo coche P.R.I.C.A. para mi colección de clásicos NASCAR …

¡Saludos priqueros para todos!

NOTA: P.R.I.C.A Plataforma para la Reproducción Inmediata de los Coches Americanos

Este conjunto de aficionados al slot saluda la proliferación de repercusiones al slot de los más significativos representantes.

Nota 2: Gracias a Jorge Luis por permitir la reproducción de su artículo.

Comentarios

1. El sábado, 3 de Julio de 2010, 19:59 por Jorge Luis

Una vez más gracias por hacerte eco de estos modestos artículos, que en este Blog parecen adquirir mayor calado, no sé por qué, jajaja

Claro que hay mucho que leer, siempre que me reincorporo hago hallazgos por todas las esquinas.

Gracias

2. El sábado, 3 de Julio de 2010, 20:26 por Delfi_r

Las gracias te las tengo que dar a tí.

Sin duda lo mejor del blog son sus lectores, que algunos además queráis publicar vuestros artículos, me hace inmensamente feliz. Aunque no abunden los comentarios, sé que hay verdaderos seguidores, y si algunos además toman voz en el contenido, debe ser porque el resto no desmerece, y eso es lo que más me gusta.