Por Delfi_r el martes, 24 de Marzo de 2009, 22:15 – Eventos – Enlace permanente
Una semana antes del Mercat del Ram, en Vic estábamos citados los amantes de los coches clásicos y los coleccionistas de coches de slot.
Ni corto ni perezoso cogí el tren y armado de la cámara me subí hasta la capital de Osona, la Ciutat dels Sants de la famosa novela de Miquel LLor. Recorrer el Congost en tren es más impresionante que hacerlo con el coche, y a veces pienso que eso merece el viaje. Porque Vic está en un llano que en invierno tiene más niebla que mi Lleida natal, al que se llega desde Barcelona atravesando un desfiladero impresionante, el Congost.

Tambien mi ciudad de adopción, Balaguer, discute con la capital de Osona por el tamaño de la plaza Mercadal, pero como la de Vic no tiene árboles parece mucho más grande. En todo caso, es grande.
Y cuando llegué ya estaban llenándola de coches clásicos, y en una L de la plaza, a dos filas, una dentro de los pórticos y otra fuera, estaban las paradas de coches de slot.
Perdonad si el reportaje fotográfico es insuficiente, y me dejé muchas cosas en el tintero, pero ambas cosas me gustan y no sabía si ir hacia un lado o hacia otro.








Y no hice fotos a todos los coches, pero sí a algunos.

No todas las decoraciones eran reales, pero bonitas sí eran algunas


Había algún clásico americano:

Y bonitos ejemplos de que no todos los Volkswagen eran cucarachas:

Había más gente, más coches, más slot, más de todo, pero el tiempo apremiaba y no supe, y no es la primera vez que me pasa, repicar y ver la procesión.