Ford Torino Talladega, by P.R.I.C.A. (1ª parte)

Por JorgeLuis el miércoles, 6 de Febrero de 2008, 23:28 – Slot y Sport AutoEnlace permanente

Es mayoritariamente aceptado por los entendidos en automovilismo que con la introducción en 1964 de la opción GTO (Grand Turismo Omologatto) en el modelo Tempest Le Mans de la marca Pontiac dio comienzo en EE.UU. la era de los muscle cars, vehículos de elevadas prestaciones y potencia fabricados sobre modelos de gran serie que permitían al público joven y al ciudadano norteamericano de economía media acceder a coches de carácter y prestaciones deportivas.

Los muscle cars suponían, por otra parte, un importante «tirón» publicitario para los fabricantes de automóviles, aunque, de hecho, el número de unidades que se vendieran fueran relativamente poco importantes, y así, Dodge debió en buena medida su relanzamiento en las ventas en la segunda mitad de los ’60 tras una severa crisis a principios de aquella década a modelos como el Charger, el Coronet Super Bee o el Challenger.

Como era de esperar, la batalla comercial entre los grandes fabricantes norteamericanos de automóviles se trasladó a las competiciones deportivas, magnífico escaparate donde captar la atención de futuros compradores. Esto era aún más notorio en la competición NASCAR (National Association for Stock Cars Auto Racing), en donde los bólidos procedían de vehículos de serie, aunque oportunamente modificados. En la segunda mitad de los sesenta, Ford y Chrysler mantenían una dura pugna por la supremacía en este tipo de carreras, y el protagonista de este reportaje fue la apuesta de Ford para batir en 1969 a los Dodge Charger y Plymouth Roadrunner del grupo Chrysler.

El Ford Torino Talladega (en adelante, FTT) tomaba su denominación del nuevo circuito del mismo nombre construido en Alabama, y se basaba en el Ford Fairlane/Torino Cobra del mismo año 1969, que había gozado de gran éxito comercial el año 1968 con su línea fastback (cristal y capot traseros descendiendo suavemente hasta la trasera del vehículo).

Ford Fairlane/Torino de 1969

Para hacerlo más competitivo, Ford introdujo algunos cambios que mejoraban la aerodinámica del coche. El morro creció 6 pulgadas (unos 15 cms) delante de los pasos de rueda delanteros, lo que permitía «afilar» la línea del capot, que descendía en su extremo anterior, reduciendo la resistencia al aire. También la parrilla fue modificada, y aunque respetaba el esquema de faros redondos dobles, quedaba más expuesta, y no remetida, como en el Torino base. En el taller de preparaciones deportivas de Holman y Moody tuvieron otra idea original, al sustituir el parachoques delantero por otro más integrado en la carrocería, creado a partir de dos parachoques traseros del modelo, cortados por la mitad. Otra importante, pero sutil modificación, fue el cambio de los brazos de la suspensión delantera y de los paneles inferiores del chasis delantero, que en su extremo delantero se doblaban havcia arriba, permitiendo al mismo tiempo cumplir la normativa de la NASCAR respecto de la altura mínima desde el suelo (que se medía desde el extremo delantero) y aproximar una pulgada la carrocería al suelo, rebajando el centro de gavedad del vehículo, con la consiguiente mejora aerodinámica y de su comportamiento.

Ford Torino Talladega de 1969

Para poder homologar el vehículo las normas de la NASCAR exigían una producción mínima de 500 unidades que pudieran venderse al público. Durante los meses de enero y febrero de 1969 Ford construyó en su planta de Atlanta, en el estado de Georgia, un total de 754 unidades, incluyendo los prototipos de carreras. Las 743 unidades que se vendieron al público montaban un motor Cobra Jet de 428 c.i. (6.848 cc) que rendía 335 CV a 5.200 rpm, y un par motor de 440 Nm a sólo 3.400 rpm.

Sus prestaciones impresionaban también: acelerar de 0-60 mph en solo 6 segundos no estaba al alcance de muchos coches de la época, y menos aún de un mostruo de acero que medía 116 pulgadas de batalla (2,94 mts. y 207 pulgadas (5,26 mts.).

La estampa del FTT en acción es impresionante

La única opción ofrecida al público era el color de la carrocería, pudiendo escogerse entre el Wimbledor White, el Royal Maroon o el Presidential Blue, todos ellos combinados con el capot pintado de color negro mate.

La vida deportiva del FTT fue breve, pues duró tan solo las temporadas de 1969 y 1970. Después de este último campeonato, la NASCAR prohibiría los llamados «aero-cars» o «aero-warriors», poniendo fin a la participación de nuestro protagonista en la competición NASCAR. Como se ha avanzado, el adversario a batir era entonces el Dodge Charger 500, que en 1969 había estilizado su figura con un parabrisas trasero más tendido, mejorando la aerodinámica.

Mecánicamente, Ford homologó el motor separadamente del coche, montando finalmente el «Boss» 429 c.i., tras haber prohibido la NASCAR el motor inicial Ford SOHC 427 (Cammer). Con todo, el Torino Talladega logró su objetivo, y con 26 victorias en el campeonato nacional de 1969 se alzó con el título de constructores y también con el de pilotos, que ganaría David Pearson, tras once victorias individuales de un total de cincuenta y cuatro pruebas. También subirían a lo más alto del podio pilotando los FTT, además de Pearson, los pilotos Donnie Allison y Leroy Yarbrough.

En las fotos anteriores, el FTT que ganó el campeonato NASCAR de 1969, pilotado por Pearson

Incluso el afamado piloto Richard Petty, piloto habitual de la Chrysler Corporation, escogió en 1969 un FTT para correr aquella temporada con su prestigioso equipo, con su característica decoración azul celeste y el número 43, logrando ocho victorias y ganando su carrera número 100 al volante de nuestro protagonista. Irónicamente, Petty no participaría en la carrera inaugural del Circuito de Talladega, del que el Ford había tomado el nombre, por culpa de un boicot que él y otros importantes pilotos llevaron a cabo, respaldado por la Asociación de Conductores Profesionales, en protesta por haber ignorado los responsables del circuito sus quejas sobre el estado del pavimento.

El Ford Torino Talladega conducido por R. Petty

Richard Petty regresaría a Chrysler el año siguiente para pilotar un Plymouth Superbird, con el que derrotaría a los Ford Torino Talladega, pero ésa es otra historia …

NOTA: P.R.I.C.A Plataforma para la Reproducción Inmediata de los Coches Americanos

Este conjunto de aficionados al slot saluda la proliferación de repercusiones al slot de los más significativos representantes. Una segunda parte de este artículo hablará de ellas.

Comentarios

1. El jueves, 7 de Febrero de 2008, 11:36 por Jorge Luis

Como socio fundador de la Plataforma para la Reproducción Inmediata de los Coches Americanos agradezco efusivamente el eco que este interesante blog hace de nuestra labor, ampliando significativamente la difusión de nuestros artículos y contagiando ese cariño que sentimos por los autos made in USA de los años 50, 60 y 70 (y también por sus actuales deportivos, ¡cómo no!).

En la P.R.I.C.A. sostenemos, como uno de nuestros principios fundamentales, que el slot no es sino una traducción a escala de la afición por el automovilismo en general, y por el automovilismo deportivo en particular. Por esta razón, este hobby puede (y debe) hacer una labor de recuperación de estos viejos modelos, poco conocidos en nuestro país, pero que han tenido su importancia en la historia de la automoción, siendo uno de nuestros objetivos llamar la atención de los aficionados sobre estos coches, tratando de crear una mayor demanda que convenza a los fabricantes que también en España puede haber mercado para ellos. Afortumadamente, siempre nos quedarán Carrera, Revell o Superslot para poblar nuestras pistas y vitrinas.

Por el contrastado interés por la historia del automovilismo y de la competición deportiva que este blog muestra cada día, Bitacora KC Slot nos parece el lugar idóneo donde poder dar a conocer nuestra labor.

En nombre de mis compañeros y en el mío propio, gracias de corazón a Delfi_r y un saludo muy cordial a todos los lectores y visitantes de este blog.2. El jueves, 7 de Febrero de 2008, 18:55 por sentenza

Hombre Jorge Luis, siempre es un placer leer tus artículos sobre coches americanos, de los cuales es ya de sobra conocido tu especial apego hacia ellos. Y por supuesto hay que agradecer a Delfi_r la difusión que hace gracias a su bitacora del slot.3. El viernes, 27 de Junio de 2008, 01:25 por Marty Fairlane

Hola, mi nombre es Martin Latorre, soy de Rosario, Argentina y tengo 26 años de edad.
Soy un ciudadano de clase media/baja y muero por los coches americanos.
Mi coche favorito es el Ford Torino 1970/71, pero aqui en mi pais se fabrico solo la linea del 68/69.(solo 4 puertas de lujo 221″ y 292″)
A pesar de mi escasa posibilidad economica y
gracias a mi esfuerzo estoy reestaurando dos ford Fairlane 69, con la intencion de llegar a replicas de sus verciones Norteamericanas.
He dado con la suerte de conseguir un motor V8 302 con caja automatica y un 460 big block.
Pero debo transformar un sedan 4 ptas. en una cupe. ese sera el paso mas dificil que esta en investigacion. Queria aprovechar este espacio para contarles de mis proyectos y felicitarlos por el articulo tan bien explicado y completo. Tal vez este no sea el lugar donde escribir esto, pero no queria dejar de contactarme y compartir los avances de mi trabajo con ustedes. martin_pms@hotmail.com4. El miércoles, 10 de Junio de 2009, 00:29 por nelson enrique aguilar

hola vendo torino año 1969..motor 302..2 carburadores….4 cauchos nuevos..quema cocos..pintura recien hecha..motor nuevo..caja 5 velocidades…oferta..en venezuela…Bolivares.100.000..en dolares..45.000..es una reliquia…