Por Delfi_r el domingo, 27 de Marzo de 2011, 18:33 – Museos – Enlace permanente
Los compañeros del trabajo organizaron una visita al Museu del Tractor d’Epoca, la creación de Joan Bosch que además de reunir la extraordinaria colección que allí se muestra, es el guía de las visitas. Estuvimos el sábado por la mañana y la visita se hizo corta, se prolongó hasta la hora de comer sin que nos diéramos cuenta.
Joan Bosch explica todo y más sobre cada una de las piezas, que conoce como si en vez de recuperarlos los hubiera fabricado.
Lanz Bulldog Tourer
Todos los tractores, unos 107, y los motores estáticos, no hay menos de 40, están en perfecto funcionamiento. todos los motores se pueden poner en marcha y a lo largo de la visita puso en marcha algunos. Los tractores del pasado son una muestra de los avances de la mecánica y el ingenio.
Los tractores se conservan en mucha mayor medida que los automóviles porque en el campo siempre hay donde dejarlos aparcados, y porque se han usado mucho más tiempo que los automóviles, pero cuando dejan de usarse no es porque no funcionen sino porque los avances técnicos permiten realizar el mismo trabajo con menos gasto de energía o de tiempo.
Titan de International Harvester (1919)
Creo que voy a volver, y hablaré más de tractores en este blog. El museo tiene ejemplos de toda clase de soluciones mecánicas. Hay allí motores de carter seco de 1919, el del Titan de IH y configuraciones boxer anteriores a 1920. Ursus, copia de Lanz polac, explicandonos los dos métodos de encender los motores Diesel Monocilindro Lanz. La tradicional, calentadno con una llama viva la cabeza del cilindro, la más moderna con una bujía que encinede primero gasolina, para inyectar gasoil cuando al abeza está ya caliente.
Hay tractores con motores que igual andan con gasoil que con grasa animal, como el Lanz Bulldog, un diesel monocilíndrico de 2 tiempos y hasta 10,000 cc que producía 55 CV. Fue el tractor más copiado de su tiempo, desde Polonia (Ursus) a Australia o Argentina (Pampa) pasando por Italia, Francia o Gran Bretaña. En España se fabricó con licencia. En el museo hay desde un Lanz 21, el primero de la firma de Mannheim, a toda clase de ejemplos de Lanz Bulldog y sus replicas con ignición por calentamiento externo o por explosión de gasolina. Hay incluso un precioso Lanz Bulldog Tourer, destinado al arrastre de cargas.
El museo contiene también una buena colección de tractores de International Harvester, desde los Titan y Mogul de 1919 a los Farmall de gasolina o Diesel de los 30, 40 y 50. La parte de desarrollo agricola de IH es hoy de Case, ota empresa con gran tradición.
También hay un buen repertorio de tractores John Deere, la empresa que acabó comprando la Lanz de Mannheim. Johnn Deere era un herrero que se estableció en Illinois en 1836 e inventó un arado de acero de una pieza. La compañia que fundó fabrica tractores y maquinaria agrícola con sede en Moline, Illiois, caracterizada por su color verde.
En el museo hay también un Massey de tracción total. Hablaremos más de tractores de tracción total y coches, porque Massey-Harris adquirió la Ferguson Company, del inventor del enganche hidráulico de dos y tres puntos y cuyos tracotres acomapañaron a Hillary en su expedición al polo sur. Con el dinero de esa venta fundó Fergusson Research, y desarrolló la tracción a las cuatro ruedas.
Museu del Tractor d’Època
C. Comunicacions, 8
08755 Castellbisbal